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¿Sabías que los vehículos de nuestro servicio de ambulancias en Huelva llevan el nombre frontal al revés? Probablemente, se trate de un detalle en el que nunca hayas reparado, pero que en la siguiente vez que veas una ambulancia te fijarás, ya que llevan las letras del frontal invertidas (no así las de los laterales o si llevan en la parte trasera) con el objetivo de que cuando los coches circulen por la carretera, sus conductores vean por el espejo retrovisor la palabra de forma correcta y comiencen a maniobrar para dejarle el paso lo más rápido y eficaz posible.
Se trata de una curiosidad más que rodea al sector al que nos dedicamos en Ambulancias La Cinta, aunque no la única. Sobre el origen y la tradición de las ambulancias hay bastantes teorías, pero la primera ambulancia se ha documentado en el siglo X y se atribuye a los anglosajones. Obviamente, ese primer servicio nada tenía que ver en lo que al medio se refiere con las ambulancias tal y como las conocemos hoy día, aunque algo más parecido es el primer uso de ambulancia, que data de 1832 en Londres, y se utilizó para trasladar a enfermos de cólera.
Hay que remontarse al 1899 en Estados Unidos para encontrar el primer motor presente en una ambulancia, siendo el primer automóvil utilizado como ambulancia de la historia. No obstante, no fue hasta hace relativamente poco que se usan las furgonetas y vehículos de mayores dimensiones que un coche, concretamente en 1970, cuando se pasó a la furgoneta para el servicio de ambulancias en Huelva que conocemos hoy día, aunque entonces contaban con un equipo médico y unas señales luminosas y acústicas muy reducidas.